Este año, sin embargo, viajaré por el tiempo. Quisiera tener una máquina pero recorreré junto a mi hermano y a unos amigos de él El intrigante Mundo Maya. El lunes viajaremos y recorreremos Tikal, para luego aventurarnos en la selva petenera por 16 horas para llegar a El Mirador. Nos esperan La Danta y El Tigre, posiblemente las pirámides más grandes del mundo. Compartiremos espacio con serpientes venenosas, jaguares, insectos extraños (existe una oruga que se llama Oruga Pollo, con eso les digo todo). Estoy nervioso, emocionado, y llevo una Flip para grabar 60 minutos en "High Definition". Será una aventura que jamás he experimentado, voy mentalizado para caminar sin detenerme a pesar del dolor, del calor (me he ido mentalizando desde ya. Este es de mis puntos débiles), del cansancio, de lo que sea. Algo me dice que será una aventura única de la cual les contaré más al volver.
Bienvenidos a mi Blog. Aquí les contaré sobre diferentes experiencias. Espero que disfruten...
viernes, 15 de abril de 2011
Calentando motores
Por años la Semana Santa ha sido para mí un período de conversión. Nos vamos con toda mi familia de parte de mamá a la casa de mis abuelitos en la Antigua y disfrutamos tranquilamente. En especial disfruto de toda la experiencia: el olor a incienso por las calles, los gritos de mis primitos corriendo por doquier, increíbles atardeceres mientras escucho chistes y consejos de mi Abuelito Hector, la comida de mi abuelita Martita, de mi mamá y de mis tías, los juegos y aventuras con mis primos. Sí, Semana Santa definitivamente esta pintada de morado, huele a incienso y a corozo, suena a risas, suena a procesiones, suena a una semana de reflexión para voltear a ver el camino que he venido recorriendo, ver hacia adelante, y volver a caminar. Por más ganas que me dan de irme de fiesta con mis amigos al puerto y al río, al final resulta siendo muy gratificante el conmemorar Semana Santa por lo que es, y no por ser simplemente unos días en los cuales no tengo clases.
Un instrumento peculiar
Aunque aprendí a tocar piano, he descubierto que poseo otro talento musical, uno que se encuentra en lo más profundo de mis huesos (literalmente). Como quien dice: "mejor reír que llorar". He descubierto que a raíz de problemas en la espalda y en las rodillas, me truenan prácticamente todas las articulaciones. Castañuelas en mis muñecas, matracas en mi cuello, y como buen Chapín: una marimba de columna vertebral. Al acostarme en la noche me truena la cadera, seguido por las rodillas y finalmente los talones para concluir la velada. He decidido que este problema no me será un obstáculo. Aunque me verán tal Cuasimodo por las calles el dolor es mental. No me detuvo de jugar mi último AASCA de volleyball, de sacudir el esqueleto en Semana de Graduandos (incluyendo subirme a los múltiples y salvajes toros mecánicos), de cargar libreras de mi tamaño para seminario, y mucho menos de ser un joven feliz y contento. Tengo 17 años, podría quejarme y utilizar mil excusas, pero prefiero decir... "Música maestro".
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